Mamá pregunta por vos

¿Cómo le digo al corazón que ya no puede extrañarte? ¿Cómo explicarle que los planes que hicimos se quedaron a la mitad, que las cosas que hablamos ahora solo viven en mi memoria, que tu voz ya no está para responderme? Cuando mamá pregunta por vos, todo se mueve adentro como si todavía hubiera un “nosotros”, como si en cualquier momento fueras a volver con esa risa tan delicada que todavía me persigue. Intento convencerme de que ya no estás, pero el corazón no entiende de razones, se aferra a cada detalle, a cada promesa que nunca alcanzamos a cumplir. Y entonces me quedo aquí, tratando de olvidar lo inolvidable, aprendiendo a vivir con este vacío que se parece tanto a vos.